Los mercados financieros, tanto los tradicionales como los cryptos, son extremadamente complejos, caóticos y confusos. Es imposible que una persona por sí misma tenga la capacidad de mantenerse informada de todas las novedades, cambios de precios y oportunidades que se presentan cada día.
Para resolver esto, los traders (comerciantes) han escrito código durante décadas para que ejecute las decisiones por ellos. Los programas autónomos que ejecutan estas decisiones son conocidos como bots, una contracción de ‘robots’.
Los modelos utilizados para programar un bot son varios y puede que se enfoquen en el análisis técnico de gráficos de precios, señales de comercio específicas definidas por el trader, e incluso estrategias como el arbitraje o la liquidación. La idea es que los bots den una ventaja a los traders frente a los actores puramente humanos. Logran esto al mejorar la rapidez, la objetividad en la toma de decisiones, y la cantidad de datos que puede ser analizada.
Dado que los mercados de criptomonedas suelen ser más volátiles que los mercados tradicionales, el uso de los bots representa una mejor oportunidad de generar ganancias. Muchos bots de trading se encuentran disponibles para el público en general pero hay muchos otros que requieren pagar una suscripción. También existen los bots que son open-source, cuyo código está publicado online para ser utilizado y modificado por cualquiera capaz de hacerlo.
Los bots pueden ser una fuerza estabilizadora del mercado, manteniendo los precios más o menos estables mientras generan una ganancia a través del arbitraje. Un ejemplo de esto es la Avalanche Arbitrage Strategy de Stake DAO. Los usuarios pueden depositar a la bóveda de la estrategia para financiar las actividades del bot, recibiendo una porción de las ganancias como recompensa.
Aunque los bots ayudan a los traders a maximizar sus ganancias y tienen su rol en el funcionamiento del mercado, también son utilizados por malos actores. Dado que todos los datos del blockchain son públicamente accesibles, es posible utilizar bots para monitorear las transacciones pendientes y enviar un clon de una transacción lucrativa antes de la ejecución de la original (utilizando un gasto de gas más alto, para asegurar que sea procesada primero).
Este proceso es conocido como frontrunning y representa un problema, dado que el usuario original, quién puede haber hecho un gran esfuerzo para crear una oportunidad, ve cómo sus ganancias son robadas por un bot. El frontrunning es actualmente una de las cuestiones principales de las que se ocupan las organizaciones de investigación de interés público dentro del espacio crypto.