La interoperabilidad es un término general que hace referencia a una categoría de tecnologías y proyectos con el propósito de facilitar la funcionalidad en conjunto entre las distintas redes blockchain. La meta es construir una experiencia financiera continua a través de varias redes (por ejemplo entre Bitcoin y Ethereum) que potencialmente utilizan una variedad de activos nativos, algoritmos de consenso y estándares de tokens. Esto es de alta importancia para las criptomonedas si van a alcanzar una escala global y ser una alternativa factible a las finanzas tradicionales.
Algo a tener en cuenta al hacer que los blockchains sean interoperables es la descentralización. La descentralización es la base del movimiento de las criptomonedas y asegura que los problemas endémicos en los sistemas económicos centralizados de hoy no persistan el día de mañana. En la práctica, hay que vigilar que las entidades que ofrecen soluciones de interoperabilidad cumplan con mantener sus sistemas descentralizados y democráticos. Es relativamente sencillo crear sistemas que permitan la comunicaciones entre blockchains y que funcionen bien, pero que también operen con base en la validación de autoridades centralizadas.
Ejemplos de proyectos que trabajan en la interoperabilidad entre blockchains incluyen a Polkadot, Loom y Cosmos.