Blockchain (o cadena de bloques) es una tecnología que se ha vuelto popular en la última década junto con el alza de las criptomonedas y otros activos digitales. Un blockchain, como sugiere el nombre, es una lista continua de bloques de información que viven dentro de una red de ordenadores. Nuevos bloques son añadidos por algunos de los ordenadores periódicamente y los otros ordenadores verifican lo mismo utilizando algoritmos especiales.
El atributo clave de los blockchains es que son descentralizados, lo que significa que ningún dispositivo ni actor puede modificar unilateralmente el registro de eventos guardados en la cadena o “chain”. Esto les da una fuerte garantía de seguridad y permite que mantengan un registro inmutable por la red entera. Estos sistemas son construidos para no depender de una sola autoridad y funcionan compartiendo la responsabilidad entre un grupo amplio de participantes menores.
Los blockchains son particularmente útiles para actuar como la base del dinero digital, ya que ayudan a crear y mantener la scarcity (escasez) de activos virtuales. Esto representa un marcado contraste al entendimiento típico de los datos digitales, en donde hacer copias es una cosa fácil.
Esta característica de la inmutabilidad hace de los blockchains una tecnología apta para aplicaciones financieras, permitiendo la creación de activos digitales limitados.
