DeFi anula la mayoría de los riesgos asociados con las finanzas tradicionales debido a su diseño radicalmente distinto. Ya que los protocolos DeFi son alojados en blockchains públicos y el código es open-source, no hay que preocuparse sobre asuntos de transparencia porque todo el mundo puede revisar el código y la cantidad de liquidez que está dentro cada protocolo.
No obstante, esto no significa que DeFi no implique riesgos, solo que los riesgos inherentes a DeFi son diferentes a aquellos de las finanzas tradicionales.
Estafas en DeFi
Las estafas son un fenómeno online constante y DeFi no es ninguna excepción. El tipo más importante son los ataques de phishing, en los que un estafador engaña a la gente para que le proporcione una clave privada o que deposite dinero en algo que parezca un DEX o un protocolo de préstamo legítimo. Ten en mente, porque DeFi no es centralizado, cualquier persona es capaz de crear una dirección blockchain y un sitio web que parezca legítimo.
Para protegerte contra los ataques de phishing, siempre revisa que el URL es correcto y nunca haga clic en enlaces dentro de emails que provengan de direcciones desconocidas. Los estafadores pueden ser muy creativos y comúnmente envían emails informándote que tus fondos están en riesgo a menos que mandes la clave privada. Emails como estos siempre son maliciosos - ¡nadie te pedirá tu clave privada ni frase secreta a menos que quieran robar tu crypto!
Hay que tener cuidado también con enlaces publicados en redes sociales, a menos que esté 100% claro que la página es la oficial del proyecto. Los estafadores suelen crear páginas en las redes sociales que parecen idénticas a las oficiales y las utilizan para engañar a la gente para que envíen fondos con incentivos de algún tipo de sorteo o regalo.
Riesgo de liquidación
Como ya sabemos, los protocolos DeFi de préstamos suelen ser sobrecolateralizados, lo que significa que el valor del colateral tiene que ser mayor que el valor del préstamo. Esto es entendible debido a la volatilidad de crypto, pero hay que recordar que el ratio de colateralización (el ratio entre el valor del colateral y el valor máximo del préstamo) y el valor de los activos de colateral pueden cambiar, y especialmente este último puede caer rápidamente.
Por ejemplo, cuando el precio de Ether cayó en Marzo del 2020, un número récord de préstamos fueron liquidados. Para protegerse contra este peligro potencial es prudente tener colateral suficiente para que incluso una caída rápida en el precio no resulte en liquidación, lo que se puede lograr al utilizar múltiples activos como colateral (aunque esto no está disponible en todos los protocolos todavía). Al prestar, hay menos riesgos, la mayoría de los cuales tienen que ver con bugs (defectos) en el código o exploits (maneras de explotar) de los smart contracts del protocolo.
Riesgo del protocolo
Aunque los protocolos DeFi son típicamente open-source y cualquier persona puede revisar el código, no se puede confiar siempre en que alguien realmente lo ha hecho. Es mejor utilizar solamente aquellos proyectos que han realizado auditorías rigurosas, y aun así, puede ser que se les haya ido algún bug.
Un ejemplo de un exploit en DeFi fue Cover, un protocolo descentralizado de seguros. El 28 de diciembre del 2020, un hacker encontró un bug en el código que permitió la creación de un número infinito de tokens. El hacker lo utilizó para crear 40 quintillones de tokens y el precio cayó un 95% dentro de horas.
Aunque el uso de protocolos de confianza y auditados puede reducir los riesgos relacionados a los smart contracts, es una buena idea tener esto en mente: al igual que en cualquier tipo de inversión, nunca inviertas más de lo que puedes soportar perder. Los riesgos usando los protocolos más establecidos son tan pequeños como la probabilidad del colapso de una moneda fíat (lo que sí puede pasar), pero no están totalmente ausentes. Claro, mientras la adopción de DeFi sigue creciendo, podemos esperar que habrán auditorías cada vez más rigurosas y los riesgos se volverán más pequeños, incluso en los protocolos nuevos.
